¿Te ha pasado que muchas veces una persona es de tu mismo signo pero sientes que son completamente diferentes? Los planetas generan una energía que se va a manifestar de acuerdo al signo donde se ubique cada uno de ellos. Pero también es muy importante considerar que cada uno de los planetas tienen una masa e irradian una potente energía que debe ser estudiada en armonía con el resto de los planetas que componen la Carta Astral. No es lo mismo estudiar al Sol o a la Luna o a Mercurio por separado, que estudiar además cómo se relacionan específicamente cada uno de ellos entre sí en cada Carta Astral. A veces los Planetas están muy juntos unos de otros, otras veces están tan separados que están “opuestos”, otras veces están cercanos pero no tanto y todas estas relaciones entre los planetas generan efectos específicos que debemos conocer.
La energía que emana de un determinado planeta puede verse afectada por la energía de otro planeta, y la mayoría de las veces ocurre este fenómeno. Por eso es muy importante considerar la Carta Astral como un todo mayor que cada una de las partes como bien explica el astrólogo argentino Eugenio Carutti en su libro Las Lunas.
Estas interferencias entre los distintos planetas son llamadas aspectos y es fundamental entender muy bien cómo se relacionan (o mejor dicho cómo se aspectan) los distintos planetas en cada Carta Astral. Si una persona tiene el Sol en Acuario y la Luna en Leo, va a ser muy distinta a otra persona que tiene el mismo Sol en Acuario pero la Luna en Capricornio, por ejemplo. Y si dos personas tienen el Sol en Acuario y la Luna en Leo, también es muy distinto si, por ejemplo, una de ellas tiene a Saturno aspectado o “interfiriendo” la energía del Sol o la Luna.
De esta manera, la Carta Astral de cada persona se construye considerando la ubicación (Signo y Casa) en el que se encuentra cada Planeta al momento de su nacimiento y la función de interpretación consiste en el análisis de cómo interactúan entre sí los distintos elementos que la componen.